jueves, enero 14, 2010

El sueño de Philip K.



Philip K. Dick. Un "artista de mierda", en sus propias palabras, pero un escritor que, durante toda su vida, pese a su relativo poco éxito, siempre estuvo a la vanguardia de la ciencia ficción, un chamán moderno atormentado por los espíritus del tiempo que percibía, para el que la realidad no era algo de fiar, y para quien la definición de ser humano salía de enfrentarlo a qué NO era un ser humano.


Dick es un viaje lisérgico literario, una forma de hacer que pequeñas ideas supuren de tu cerebro, ramificándose y dando lugar a nuevas ideas, dejando que el lector se convierta en un igual, no un simple espectador, sino otro creador de la historia. Historias hechas para pensar, para maravillarse, para desesperarse, para encontrar la fe, para perderla, para el humor, para el amor, para la vida, para la muerte. Las facetas de Philip K. Dick son múltiples, variadas y forman un caleidoscopio de opciones, un crisol de ideas y conceptos que no se acaban en lo que imagina nuestra mente consciente.

Dick fue un autor que remite frecuentemente a los reinos del subconsciente, de lo irreal, de la locura, y que, sin embargo, demuestra una inteligencia afilada y concisa, una sensibilidad pacifista, y un ingenio inacabable. Es un autor en el cuál lo importante no es el argumento, sino las metáforas, lo que el relato quiere contar, el trasfondo filosófico de su obra, la parte que habla a nuestro interior, lo que nos transmite...

Dick en el cine

No podemos evitar reseñar algunas de las películas que se han hecho basándose en los relatos del soñador, alguna de ellas un clásico del cine por derecho propio.

De la primera que he de hablar es Blade Runner. Una historia de género negro bañada por una capa de ciencia ficción, basada en el libro "¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?". La historia, pues, tiene que ver con el libro, pero no es igual, los personajes están cambiados en su exterior, otros ni existen...



... Pero el ambiente, la intención, la filosofía y el universo que se respira tras cada fotograma son absolutamente fieles a la idea primigenia de Dick. Una película lenta, densa, pero sumamente introspectiva y personal, una película de cine negro que nos hace preguntarnos sobre el sentido de la vida, la propia identidad, la definición de "ser humano". Y unos efectos especiales, unos decorados y una ambientación que no hace más que meternos más y más en la historia...

Y, por supuesto, uno de los monólogos finales más bellos de toda la historia del cine... Es impresionante la original, con Rutger Hauer... pero nuestra traducción con Constantino Romero no deja de tener su punto...






A mí, después de tantas veces de haberlo visto, me sigue poniendo la carne de gallina...

Otra mención va para "A scanner darkly", o "Una mirada a la oscuridad", una historia quizás más cercana, sin androides ni naves en llamas más allá de Orión, pero que retrata el abismo al que se ve abocado un agente encubierto de investigación de narcóticos, y su distanciamiento de la realidad a causa de la droga a la que se hace adicto, y su disociación al tener que vigilarse a sí mismo.



Una película hecha con respeto y fidelidad al autor, y que se basa en las propias experiencias de Phil con las drogas. No deja de ser emotiva la nota final de la película, tomada directamente del libro: "Esta historia trata de unas personas que recibieron un castigo demasiado severo por lo que hicieron". El paralelismo con la vida de Dick es evidente, sobre todo en el hecho de Fred/Bob Arctor examinando su vida a través de las cámaras de vigilancia, un reflejo de Dick examinando su vida a través de la escritura, cuando llegó a una época de su vida en la que se encontró en una situación vital similar.

Como dato curioso, resulta ser una película tratada íntegramente en rotoscopia, lo cual añade peso al componente onírico de la misma. Os dejo con dos escenas de la película, bastante llenas del espíritu de Dick ;)








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