lunes, diciembre 13, 2010

La mente colmena.

Un fenómeno curioso que no dejo de observar en mesa (y que creo que todos tendemos a caer un poquito en él, aunque sea inconscientemente) es la mente colmena de la que aprecen gozar los personajes de los jugadores en un juego de rol. La Hive Mind, como diría un inglés, consiste en que una serie de conciencias separadas comparten pensamientos como una sola, retengan o no su individualidad, aunque generalmente no.

El punto, pues, es ver que la mayor parte de grupos de juego recurre en ocasiones a la mente colmena, momentos en los que sus personajes están aislados o que no pueden hablar entre ellos, y, de forma inconsciente, se dan ideas los unos a otros.

¿Esto es bueno o malo?

Pues... ni sí ni no, sino todo lo contrario.

La presencia de la "mente colmena" puede ser molesta en muchas ocasiones, y aparentar que atenta contra el espíritu de interpretar a un personaje, ya que el personaje de repente tiene ideas e inspiraciones repentinas, que quizás no parezcan propias de él. Puede quitar significado al desafío que representa cierta prueba para cierto personaje, al ser mucho más fácil hacerla entre varios...

O, mirándolo desde otra perspectiva, nos encontramos contando un relato comunal. Cuantas veces, mirando una película, o leyendo un libro, no le habremos increpado al protagonista: "¡Pero no te vayas por ahí, idiota!" "¡Cuidado, tiene una pistola!" "Serás melón... ¡el comisario es un vampiro!". En cierta forma, lo que aquí estamos llamando mente colmena, es una extensión de ese fenómeno. Queremos intervenir en el relato y en la toma de decisiones de los protagonistas, como creadores de historias. Dar forma a la vida que estamos creando entre todos.

Por tanto, es como siempre decimos, todo depende. El abuso de la mente colmena es, desde luego, malo, pero una presencia leve bien llevada puede ser beneficiosa en general, además de inevitable. También la presencia de la mente colmena da sentido a la frase "el grupo es mayor que la suma de sus miembros", y puede reforzar el sentimiento de comunidad entre jugadores.

El caso es, como siempre, usarla en su justa medida.

4 comentarios:

Chache dijo...

Yo la principal ventaja que le veo es que suple la falta de experiencia que tiene el jugador respecto de su personaje. Que aunque la ficha diga que eres James Bond normalmente un jugador no sabe comportarse como un agente secreto de élite.

La desventaja, obvia, es que previene al jugador de cometer tonterías y eso va en detrimento de las risas.

Rob dijo...

Una partida de rol sin "mente de colmena" es como un jardin sin flores, va en la misma esencia de rolear y hacer el ganso.

Anónimo dijo...

No es raro en películas (incluso en algunos libros), que un personaje separado del grupo, en un momento de atasco se increpe a sí mismo con cosas tipo "¿Qué haría Nombre_del_listo_del_grupo en mi lugar? ¡Vamos, piensa!". Yo creo que casi siempre es bueno, pero he tenido ocasiones en las que lo he atajado antes de que ocurriera porque sería un chasco (¿debo sentirme inquisidor, ;op ?).
Por otro lado, en mis partidas ha sido más frecuente que la mente colmena, la colmena en la mente, o lo que es lo mismo: un grupo extremadamente bullicioso y demasiado parlanchín que tiene a generar dolor de cabeza en el máster.
Terron

katakraos dijo...

@Chache: Ahí coincido contigo. No la veo algo malo per se, pero sí es cierto que a veces puede ser excesiva.

@Rob: En cierta forma, supongo que es inherente a la "narración compratida"

@Terrón: Cierto, la colmena en la mente es bastante perjudicial para masterear...

Un saludo!!