Uno de los elementos formales más importantes de todo relato o creación narrativa es la estructura. Al igual que el sostén de nuestro cuerpo es el esqueleto, nuestra historia necesita huesos y apoyos para poder sustentarse y no deshacerse con la primera brisa casual que sople a su lado.
La idea de una estructura fuerte es algo que surge entonces de forma natural. ¿Necesitamos saber qué influye en nuestra estructura, qué partes tiene, cómo hacer que nuestro relato encaje en ella? Desde luego, esto nos ayudará, pero también es cierto que la buena estructura es inherente a un relato sólido, algo natural para ello. Es algo que funciona.
En cualquier tipo de arte secuencial, ya sea literatura, música, cómic, rol, cine, teatro, ... la estructura juega un papel fundamental, y puede ser la diferencia entre una construcción sólida y coherente o un queso gruyere.
Ahora bien, ¿cómo se consigue esta estructura? Según Syd Field, hablando de la estructura de una película, habla de tres actos: Planteamiento, desarrollo y desenlace (a alguno de nuestros avispados lectores esto ya les sonará), con dos giros de la trama (momentos que suponen un vuelco para la historia) separando las partes. Como base, es aplicable a cualquier historia que queramos contar, incluso a partes más pequeñas, como un capítulo dentro de una historia mayor.
El planteamiento es el que establece la situación inicial, presentándonos al protagonista y al escenario, y el problema que da origen a la historia.
El desarrollo (o nudo) sería la forma en al que la historia va evolucionando entre los dos giros de la trama. Ésta es la parte más extensa.
El desenlace o resolución sería donde el conflicto se resuelve y la historia termina, ya sea de forma abierta o cerrada.
Al meternos en la forma general de una historia, este esquema puede ser muy práctico a la hora de organizar nuestras escenas y nuestros aconteceres... cada paso conduce hacia el siguiente, se encadenan el uno al otro y forman un flujo continuo.
Respecto a la historia, se trata de una estructura puramente funcional... se pueden investigar otras estructuras para la historia, pero de moemnto esta es la más común.
De todas formas, la estructura es un elemento que, al igual que un esqueleto está dividido en huesos más pequeños, se aplica a todos los niveles del relato, tanto si tenemos elementos visuales, como si nos referimos a escenas, diálogos.
Visualmente, la composición de página de un cómic es otro tipo de estructura, al igual que lo es la composición de dentro de cada viñeta (o en los fotogramas de una película). ¿Qué es lo que caracteriza estas estructuras?
Hemos hablado del flujo de la historia, la continuidad interna de la misma. Una buena estructura, ya sea macroestructura o microestructura, mantendrá el flujo de la historia, el flujo de lectura visual, el auditivo, etc. Una buena estructura siempre va con el flujo, se hace casi invisible al espectador si este no se dedica a buscarla conscientemente. Es decir, la estructura no llama la atención sobre sí misma, ya que realza la historia.
Por supuesto, hay excepciones, cuando nos encontramos con estructuras que no son lineales... en la que el elemento estructural viene a ser casi un personaje (Memento, de Nolan, por ejemplo), pero realmente se seguirán basando en la estructura básica, desordenándola de una manera deliberada.
Y eso es todo de momento. Sed malos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario