lunes, octubre 24, 2011

Básicamente

Desde que el rol es rol, la mayor parte de los juegos constan de un libro básico (en teoría con todo lo necesario para jugar), y de varios suplementos (libros extras que no son imprescindibles, pero que dan más opciones de reglas, ambientación, diversión, aburrimiento o lo que sea).

Entre lo que se considera básico estaría lo siguiente: reglas principales del juego (creación de personajes, equipo, combate, etc.), una introducción a la ambientación (en la que vayas a jugar, o guías para crear la propia, en caso de juegos multiambientación), un bestiario o catálogo de arquetipos, criaturas o adversarios, en resumen, un "cómo se juega a esto".

Entre los suplementos las opciones se disparan: nuevas reglas (los múltiples usos del sable láser, poderes no contemplados en el libro básico, reglas sobre cómo hacer la colada), ampliación de la ambientación (libros que entran en mayor detalle en ciertos aspectos del mundo ficticio en el que vamos a jugar, ya sea los puertos espaciales de Tarsis, las varias formas en las que ha degenerado la nobleza en el mundo, o tal vez un vistazo más atento a ciertas organizaciones del mundo de juego), aventuras y módulos, figuritas (ya entramos en el terreno juguetil), etc.

También se puede dar el caso del típico suplemento que está anunciado como suplemento, pero que te cambia tanto el juego que casi es básico. De eso hablaremos en otra ocasión. No se incluyen aquí libros de ambientación concretos para juegos multiambientales, ya que serían considerados básicos. Si vas a jugar en Reinos Chocolateados, tendrás que tener al menos la ambientación básica de Reinos Chocolateados, ¿no?

Luego tenemos dos posturas extremas, que son la de jugar sólo con básicos, y la de jugar con absolutamente todos los suplementos. La mayor parte de la gente suele estar en una postura intermedia, ya sea más cercana a uno u otro extremo.

Jugar sólo con básicos hace el juego sumamente portátil, y da espacio al DM para añadir sus propias reglas sin ningún tipo de discusión oficial. Paradójicamente, los jugadores tienen más opciones de desarrollar su PERSONAJE, ya que al no tener tanta diferencia por las reglas, les puede empujar a centrarse en su personalidad antes que en sus combos de combate, por ejemplo. Es una idea que creo ya hemos tratado antes.

Jugar con absolutamente todos los suplementos hace que cualquier opción que el juego tenga, la tengas disponible. Eso sí, tendrás que tener en cuenta todas las reglas y variaciones que salgan en estos suplementos, aunque sea para decidir que no juegas con ellas (y si no cuentas con lo que dice un libro, ¿para qué jugar con él?). Y, por supuesto, quitando la opción de tener los libros en PDF y alguna forma de leerlos, habrá que jugar en un sitio fijo, o echar anchas espaldas al tema. Que los libros pesan, oigan.

En el punto (o debería decir puntos) intermedio, tenemos gente que juega con los básicos y con 1 o más suplementos, ya sean los que interesen en cada ocasión, o porque sean ampliaciones de la ambientación, o un sistema alternativo de combate o... en fin, lo que a la mesa le resulte asumible y divertido.

Por mi parte, cada vez me voy haciendo más fan del "sólo básicos". Y eso que en casa me gusta tener suplementos varios para ampliar información sobre el juego, o sobre el mundo de juego. Pero a la hora de jugar, he descubierto que la simplicidad vale su peso en oro, y que lo que te permita resolver una situación con rapidez y eficacia, es lo que realmente te hará la tarde divertida.

O al menos, eso es lo que me funciona a mí.

Nos leemos.

2 comentarios:

david dijo...

La verdad es que aplicando estas reglas a los materiales musicales te puedes montar una fuga de lo más apañada, estimado amigo katakraos. Un abrazo

katakraos dijo...

Como siempre, muchas de las cosas que digo creo que son extrapolables a otros medios.

Un abrazo.